Ya sea por cansancio o alguna enfermedad, en ocasiones las molestas ojeras nos acompañan en nuestro día a día. Se trata de alteraciones en el color de la piel de debajo de los ojos que hace que luzca con un tono más oscuro de lo que es habitual. Sin embargo, ¿cuáles son las verdaderas causas de su aparición?
-Cambios hormonales o retención de líquidos: durante el embarazo o el periodo menstrual, estas dos complicaciones pueden provocar la aparición de ojeras.
-Enfermedades: la conjuntivitis, el asma y las
alergias, entre otras afecciones, pueden generarlas. Al rascar el área
sensible, el paciente puede irritar la piel debajo de los ojos. De esta
manera, se acumula sangre que incrementa el volumen de las venas de esta
parte.
-Enfermedades del aparato circulatorio: Los vasos
sanguíneos se dilatan, haciéndose más notorios y causando ojeras de tono
azul. La situación es más evidente en personas de piel blanca.
-Edad: con el transcurso de los años, la piel de
esta área pierde grosor y los vasos sanguíneos están más dilatados, por
lo que las ojeras se vuelven más notorias.
-El cansancio, la mala alimentación, el estrés y la falta de sueño también son factores detonantes en la aparición de las ojeras.
¿Cómo las prevenimos?
Seguir una buena alimentación es imprescindible para reducir la aparición de ojeras. Bebiendo mucha agua y reduciendo las cantidades de sal en las comidas observaremos grandes resultados. La variedad de frutas y verduras en nuestros hábitos de alimentación también puede ayudar a combatir las ojeras. La fibra, presente sobre todo en cereales y legumbres, posee un efecto de prevención.
Gafas de sol, cremas solares o gorras nos protegen de los efectos de los rayos ultravioleta, por lo que su uso es mucho más que recomendable.
Sin embargo, quizá lo más importante sea dormir y descansar de una manera adecuada, mantener un ritmo de vida activo, hacer ejercicio físico y disfrutar la máximo de cada nuevo día.
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