Ingerir alimentos ricos en vitamina A ayuda a paliar afecciones como la sequedad de ojos y la ceguera nocturna. Asimismo, ayuda a superar infecciones bacterianas y repara las células dañadas. ¿En qué alimentos está presente esta vitamina? Sobre todo, en la carne de pollo, en los huevos, en lácteos como la mantequilla y la leche y en el aceite de hígado de bacalao. Es la vitamina básica para la vista y se encuentra, a su vez, en verduras amarillas, legumbres, zanahorias, espinacas y mangos.
La vitamina B-12 es un claro estimulador de la recuperación de los tejidos nervioso, conjuntival y óseo tras ciertos tipos de lesiones y está indicada ante cualquier irritación o dolor por lesiones de la conjuntiva. Se encuentra en alimentos como el hígado y carnes en general, además de en huevos y productos lácteos.
Del mismo modo, la vitamina C, conocida por ser uno de los principales remedios naturales contra catarros y gripes, reduce el riesgo de sufrir cataratas y degeneración macular y protege al cristalino de los procesos que pueden llevar a la opacificación. También acelera la curación de enfermedades. La naranja es uno de los alimentos por excelencia que alberga esta vitamina. Sin embargo, está presente en otros frutos como el melón y las fresas, en los pimientos dulces, la col y el brócoli.
Por su parte, la vitamina D también es muy efectiva en la reducción del riesgo de padecer degeneración macular. La encontramos localizada de nuevo en frutos como la naranja, en la leche y en el pescado. El salmón, la sardina y la caballa son ricos en vitamina D.
La vitamina E, combinada con carotenoides y vitamina C, evita la degeneración macular en estados más avanzados. Semillas de girasol y frutos secos como las almendras o las avellanas son un elemento muy beneficioso en el cuidado de nuestra visión.
