Las películas en tres dimensiones se han
convertido en una de las tablas de salvación de la industria cinematográfica.
Prácticamente todas las salas ofrecen esta experiencia a los espectadores. Además de un precio más elevado en la
entrada, se debe ver la película con una gafas 3D. Y no todos pueden utilizar
estas gafas.
Según los últimos estudios realizados, hasta
un 25% de los espectadores sufre molestias al utilizar este tipo de gafas. Naúseas,
mareos, visión doble, dolor de cabeza, visión borrosa o fatiga visual son solo
algunos de los síntomas.
Al ver contenido 3D, el movimiento de los
ojos, el enfoque y el sistema de coordinación de la visión tienen que trabajar
juntos. Y hay muchas personas que sufren molestias ya que esta situación no la
pueden soportar
Algunos consejos para mitigar estos problemas es sentarse en el centro de la sala y no demasiado cerca de la pantalla. De todas formas, los ópticos ya han presentado quejas ante los grandes distribuidores de las películas en 3D, porque aseguran que antes de emitirlas se debería informar sobre los posibles riesgos. De hecho, el Colegio de Ópticos-Optometristas de la Comunitat Valenciana (COOCV) ya advirtió en su momento que si un espectador sufre alguno de los síntomas viendo una película en 3D acuda de inmediato a un especialista para hacerse una revisión binocular, puesto que puede estar padeciendo una foria, un problema derivado de la posición inadecuada de sus ojos a la hora de fusionar las imágenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario