Un reciente
estudio realizado en la universidad canadiense de Alberta ha demostrado que una
dieta rica en pescado azul previene la pérdida visual asociada a la edad.
Concretamente, el equipo dirigido por el investigador Yves Sauve ha comprobado
que el consumo de DHA, un ácido graso Omega-3, presente en pescados como la
sardina, el atún o la caballa evita la acumulación de una molécula tóxica en la
parte interior del ojo. Esta toxina normalmente se acumula en la retina con la edad
y causa pérdida visual.
De momento,
las pruebas se han realizado con animales de laboratorio, sin embargo, según el investigador los resultados son muy
prometedores y abren un espectro muy amplio de usos terapéuticos. El estudio se
ha publicado en la revista Investigative Ophhalmoloy & Visual Science.
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